Sobre Tribunales Administrativos, Tributarios y Aduaneros

AMORY HEINE Y PAULINA FARIAS

En una iniciativa propuesta y ya aprobada por la Convención Constitucional, se establece una norma que crea los tribunales administrativos, cuya competencia propia y natural es el contencioso administrativo que surja entre el Estado y sus ciudadanos. En esta iniciativa se identifican algunas cuestiones contencioso-administrativas recurrentes, como la falta de independencia, imparcialidad y objetividad de los órganos administrativos para resolver disputas planteadas por los particulares. La falta de especialización de los tribunales ordinarios en estas materias y de procesos judiciales eficientes, que permiten una revisión efectiva y expedita de los actos administrativos, es innegable.

Es por ende razonable establecer tribunales administrativos, abocados a la resolución de recursos administrativos generales, que no estén sometidos a procedimientos administrativos y judiciales especializados, tales como los Tribunales Tributarios y Aduaneros, Tribunales Ambientales, Tribunal de la Libre Competencia, entre otros. Esto contribuiría al pleno acceso al sistema de justicia y propiciaría una mayor confianza respecto a las decisiones que se adoptan en los procedimientos contencioso-administrativos.

Dicho esto, caben algunas prevenciones: (i) la especialización en procedimientos contencioso-administrativos no será inmediata, sino que se producirá luego de varios años de funcionamiento de estos tribunales; (ii) la propuesta no especifica cómo se relacionarán estos tribunales con la primera instancia de revisión administrativa, a cargo de la propia administración pública; (iii) tampoco se señala que ocurrirá con aquellas instancias especiales que disponen un procedimiento breve y sumario, luego de haberse resuelto la instancia administrativa.

Y aunque aplaudimos la idea de creación los tribunales administrativos, mención aparte merece la cuestionable idea que los Tribunales Tributarios y Aduaneros sean fusionados con aquellos. Los Tribunales Tributarios y Aduaneros fueron creados en 2009 y ya se han consolidado, con magistrados y funcionarios preparados y con estudios y experiencia académica y práctica en la materia. Han dictado fallos que denotan su dominio y conocimiento de estas materias, estableciendo una merecida reputación entre los contribuyentes, los profesionales del área y el Servicio de Impuestos Internos.

La complejidad de la materia y las reformas tributarias (de los últimos años y la venidera), necesitan órganos y profesionales especializados que las interpreten, y apliquen, para impartir justicia. Así como la propuesta reconoce la importancia de mantener tribunales especializados en determinadas materias, y mantiene la existencia de los tribunales ambientales y de libre competencia, los tributarios y aduaneros también deben mantenerse.